Hace unos 460 años, Pieter Bruegel «el Viejo», quien fue uno de los artistas holandeses más importantes del Renacimiento pintó el cuadro «El mundo al revés» o «Los proverbios flamencos» (1559). Cualquiera que conozca el trabajo de Bruegel sabe que pintó más que escenas. Esta ilustración literal, de metro y medio de ancho, está compuesto por más de cien proverbios o refranes flamencos de la época.
Flandes, a veces llamada Flandres, es una región de Europa donde la población habla flamenco, oficialmente llamado neerlandés.
Muchos de estos refranes han sido traducidos al castellano tal cual, otros reinterpretados y algunos no tienen mucho sentido en el contexto sociocultural actual porque simplemente han ido perdiendo el significado original.
La pintura representa un conjunto de hombres, mujeres, niños y animales en una serie de actos extraordinarios y extraños. Entre ese grupo de personas se pueden ver a dos hombres defecando por una ventana y a otro mordiendo un pilar de madera. Muchos de los proverbios presentados se centran en lo absurdo del comportamiento humano.
“Los proverbios flamencos” no fue la primera ni la única pintura de Brueghel sobre el tema de los proverbios. En 1558, un año antes de realizar la pintura, Brueghel había completado una serie de “Doce Proverbios” en paneles individuales. Sin embargo, se cree que “Los proverbios flamencos” es la primera representación a gran escala del género.
El óleo sobre tabla de roble se exhibe actualmente en la Gemäldegalerie de Berlín, Alemania.